Tal vez conozcas el cuento «¿Quién se ha llevado mi queso?» del estadounidense Spencer Johnson. Los cuatro personajes ficticios presentados en esta historia, los ratones “Oli” y “Corri” y los liliputienses (personas diminutas) “Kif” y “Kof”, representan las partes simples y complejas de nuestro comportamiento. Ellos viven en un laberinto y cada día acuden a por su queso. El dilema surge cuándo el queso no está y los personajes deben afrontar el cambio. El queso es una metáfora de lo que queremos conseguir en la vida (trabajo, salud, relaciones, dinero…). Cada uno tenemos una idea de lo que es el queso en nuestra mente. El «laberinto» simboliza las trabas que aparecen en la vida para lograr el éxito.
Cada uno de los personajes tomará una postura diferente. Así pues, podemos actuar como Oli que fisgonea y detecta pronto el cambio, como Corri que se apresura hacia la acción, como Kif que se niega y se resiste al cambio, por temor a que conduzca a algo peor, o como Kof que aprende a adaptarse a tiempo, en cuanto comprende que el cambio puede conducir a algo mejor. Los ratoncitos, rápidamente, se calzan las zapatillas de correr y salen a buscar el nuevo queso. En cambio, los liliputienses intentan buscar causas y culpables de por qué el queso no está, perdiendo así tiempo en encontrar el nuevo.
En la vida ocurre lo mismo, las personas nos acomodamos tanto a nuestra «normalidad» que cuando algo cambia nos asustamos y pensamos que es el fin. Lo que debemos hacer es anticiparnos al cambio y aprovecharlo para salir adelante y mejorar, nunca rendirnos.
Esta historia resulta muy útil y aplicable hoy en día. La crisis política y económica que llegó de sorpresa ha supuesto un cambio muy difícil de afrontar en la sociedad actual. La clave está en cómo lo afrontemos, podemos buscar culpables en el gobierno, en las empresas o en los bancos, mientras el tiempo pasa sin que hagamos nada. O por el contrario, podemos movernos con el «queso» y actuar antes de quedarnos sin él, aunque el camino hacia lo nuevo sea algo laberíntico. Al igual que las tiendas de fotografía han cambiado las cámaras analógicas por digitales, las empresas utilizan las nuevas tecnologías para no rezagarse, o las compañías eléctricas buscan nuevas fuentes de energía, hay que apostar por el cambio y dejar atrás posturas acomodaticias que no durarán eternamente.
1. El cambio ocurre, anticípalo.
Si no cambias te extingues. Si accionas el cambio tiene el control de la acción y en consecuencia de los resultados.
En el marketing digital vivimos a diario diferentes cambios, por ejemplo antes las páginas web no eran páginas web responsive, ahora tenemos que adaptarlas principalmente a dispositivos móviles como el Smartphone por el cual estás que me escuchas. Si aún tienes una web que no se adapta a los dispositivos mobiles tendrás una mala consecuencia en tu indexación y posicionamiento en google u otros navegadores.
– Siempre trata de estar atento a nuevas redes sociales que aparecen, puede ser el pionero en esa red social.
– Pendiente a los nuevos cambios, por ejemplo cuando se dio los reels en Facebook, como pocos publicaban, eso trajo un gran alcance a quienes comenzaron a publicar sus reels y como consecuencia un gran número de persona visualizaron el contenido organice.
2. No te aferres a viejas ilusiones. Cuanto antes te desprendas del queso viejo, antes encontrarás el queso nuevo.
– Actualmente, se está usando bastante el formato video para instagram y tik tok para poder promocionar tus productos o servicios. Si por ejemplo aun sigues aferrado al formato cuadrado, es el momento de probar el nuevo queso, que sería el formato adecuado a instagram y titkok.
– Mantente informado de los nuevos formatos o tendencias que hay para mostrar tus productos en el mercado digital.
3. No te aferres al miedo.
Enfréntalo y desecha lo irracional. Aquello a lo que le tienes miedo no es tan terrible como lo piensas o imaginas. El miedo que crece en tu mente es mucho peor que la realidad. Si tomas la decisión de cambiar, el cambio de por sí ya no te asustará.
En el marketing digital, desde que empezó la pandemia, se volvió popular atender a los clientes por zoom y video llamadas, hubieron varias personas que tenían miedo a salir por zoom o una video llamada, pero una vez que comenzarón a perder el miedo, se dieron cuenta que era una alternativa muy buena ya que podían conectarse y atender a un posible cliente o dar una charla o conferencia desde sus casas a diferentes lugares sin limitaciones.
– Se ha abierto en aprender nuevas herramientas o estudiar estrategias para diferentes campañas en redes sociales.
4. El miedo puede ser bueno a veces.
Si visualizas que las cosas pueden empeorar, ese miedo te impulsa y moviliza al cambio. De seguro que no quieres estar peor que ahora. El miedo que te inmoviliza te limita a accionar. Nada sirve estar con miedo que te inmovilice.
En el marketing digital, muchas veces las personas tienen miedo a lanzar campañas por medio de las redes sociales; sin embargo, si logran superar ese miedo con pequeñas campañas y poco a poco ir escalando, se van a ir dando cuenta que si les trae resultados en captación de clientes y ventas.
– Siempre testea nuevas formas de publicarte y de llegar a tu público objetivo.
5. La emoción es acción.
Movilizarte a la acción cambia tu predisposición a encontrar un queso nuevo. En cada acción tu emoción se embarca en un nuevo camino de aprendizaje. El queso nuevo puede que no sea algo externo, sino una nueva manera de observar el mundo desde adentro.
En el marketing digital:
– Intenta reinventar tus productos y promociones.
– Revisa que productos tienen más acogida y según ello vuelve a lanzarlos y promocionarlos
– Si tienes un blog y tienes artículos que han tenido buen posicionamiento, vuelve a tocar esos temas desde otra perspectiva
– Revisa tus copys y creativos de tu página web, con un simple cambio puedes lograr ser más persuasivo para captar más clientes y ventas
6. Mi propio miedo al fracaso me ha impedido alcanzar el éxito.
Cuando dejas atrás tus miedos, te sientes libre.
– No tengas miedo a invertir en google ads, Facebook ads, Youtube ads.
7. Debes estar pendiente de los pequeños cambios en tu realidad.
Los pequeños cambios son la base de los grandes cambios. Observa, escucha, olfatea, mide y controla el queso periódicamente. Anticipa el cambio que se esté produciendo, para adaptarte a los cambios más grandes que estén por venir.
– Siempre revisa tus métricas de tus campañas para poder determinar si algo está bien o mal.
– Utiliza diferentes webs o apps para analizar a tu competencia para poder ver qué tipo de promociones, campañas o nuevos productos están en el mercado.
8. Prepárate para adaptarte rápidamente, comenzando con un cambio a sí mismo.
Las cosas cambian todo el tiempo, nunca vuelven a ser igual que antes. Si la vida sigue, nosotros debemos hacer lo mismo.
– Por ejemplo la publicidad en Facebook cambia constantemente, no pienses que lo que te funciono antes, te va a funcionar ahora.
– Busca nuevos segmentos de mercado para poder tener más alternativas de publicidad.
9. Disfruta el cambio, como la aventura de transformación en cada uno de los caminos que decidas explorar.
El laberinto de la vida te hace perder tiempo cada tanto. Más allá de eso, mantén tu propósito y tu meta en mente, que es lo que te llenará de valor para continuar avanzando.
– Disfruta el hacer nuevos artículos en tu blog, nuevos copys para tus anuncios o publicaciones, y nuevos creativos sean imágenes o videos.
10. Mantente preparado para cambiar otra vez.
Cuando hayas alcanzado el queso nuevo, no es el final, sino un nuevo comienzo. Recuerda que siempre hay nuevo queso por explorar y alcanzar.
– Por ejemplo, si una campaña en Facebook ads, te está funcionando con un alto retorno, no dejes de testear nuevos intereses, públicos, creativos, copys para posteriormente escalar esos nuevos resultados.
Te invito a ver el resumen animado de las 10 ideas aplicadas al marketing digital de Quién se ha llevado mi queso de Spencer Johnson