Este es un libro clásico sobre la inversión en empresas que tienen una cierta ventaja competitiva y son capaces de crear un foso económico.
Estos fosos permitirán una rentabilidad mayor y más duradera que otras empresas de la misma segmentación.
El autor, Pat Dorsey, es un conocido analista de Morningstar, que analiza tanto fondos de inversión como acciones de empresas.
A continuación vamos a ver las ideas principales del libro.
#1. El plan
El «plan de juego» propuesto en el libro incluye lo siguiente:
1.- Identificar empresas que generan más ganancias que el promedio a lo largo del tiempo.
2.- Esperar a que las acciones de estas empresas coticen por debajo de su valor intrínseco para comprarlas.
3.- Mantener la acción hasta que:
3.1 Deterioro del negocio o
3.2 El precio de la acción está sobrevaluado o
3.3 Busquemos mejores inversiones.
Se trata de invertir a largo plazo, por lo que la tenencia de acciones debería ser por años, no por meses.
4.- Repetir el proceso si es necesario.
#2. FOSOS ECONÓMICOS
Cuando compramos acciones, nos convertimos en propietarios de una pequeña parte de una empresa o negocio.
El negocio vale todo el efectivo que generará en el futuro.
De esta manera, un negocio que pueda generar un flujo de efectivo estable durante mucho tiempo será más valioso que un negocio que solo obtenga ganancias a corto plazo.
“La mejor manera de saber si un negocio es rentable es mirar su retorno sobre el capital”
Es importante medir la calidad de una empresa por su capacidad para generar capital adicional a partir de los fondos de los inversores.
Un foso económico protegerá a una empresa de los competidores, lo que les permitirá obtener mayores rendimientos durante un período de tiempo más largo.
#3. FOSOS DEFENSIVOS QUE NO LO SON
Si bien a veces es difícil admitirlo, la verdad es que algunas empresas lo hacen mejor que otras.
Los fosos defensivos representan algunas cualidades intrínsecas de una empresa.
Factores como el tamaño, el producto, la ejecución o incluso un equipo de gestión, por buenos que sean, no crearán una ventaja competitiva duradera.
Todo esto es bueno, pero no es suficiente.
A nivel estructural, hay cuatro fuentes de ventaja competitiva que pueden formar un foso económico:
1- Activos intangibles (por ejemplo, patentes)
2- Costes de sustitución para los clientes
3- Efectos de red
4- Ventaja de costos
A menudo, un buen rendimiento a largo plazo del capital invertido se debe a una de estas cuatro fortalezas.
#4. ACTIVOS INTANGIBLES
El conocimiento de la marca no significa necesariamente que tenga que ser rentable de forma constante.
Para crear una ventaja competitiva real, las marcas deben, en última instancia, encontrar formas de hacer que los clientes paguen más.
Las patentes protegerán la innovación, pero construir un foso defensivo alrededor de este tipo de documentos siempre conlleva el riesgo de desafíos legales.
Finalmente, la competencia entre empresas puede estar limitada por regulaciones.
Entonces, según el libro, la mejor categoría de foso regulatorio sería una creada por un número reducido de reglas de pequeña escala.
#5. COSTES DE SUSTITUCIÓN
Los costos de sustitución surgen cuando una empresa busca dificultar que los consumidores utilicen otro producto o servicio de la competencia.
Esto sucede cuando los consumidores no cambian de empresa porque les lleva mucho tiempo o esfuerzo acostumbrarse a un nuevo producto o servicio.
Las empresas involucradas podrán entonces cobrar más, lo que se traduce en un mayor retorno del capital.
Entre los costos de sustitución podemos encontrar el costo monetario o de reentrenamiento de los usuarios al cambiar de software, herramientas, aplicaciones, etc.
Un ejemplo obvio son los bancos que intentan retener clientes debido a la dificultad de cambiar de cuenta, volver a registrarse, etc.
#6. EL EFECTO RED
Los efectos de red son una ventaja muy importante para una empresa y ocurren cuando el valor de su producto o servicio aumenta a medida que aumenta el número de usuarios de ese producto o servicio.
Un ejemplo de esto son las tarjetas de crédito.
Por lo general, no sucede en negocios relacionados con bienes físicos, sino en aquellos que permiten que otras personas se conecten o compartan información, como las redes sociales.
Ya sabes, la información es poder…
#7. VENTAJAS DE COSTES
Lo que vimos anteriormente (activos intangibles, costos de sustitución y efectos de red) se basa en el precio del producto o servicio.
Sin embargo, los costes competitivos pueden significar construir un foso, ya que este es un factor de compra importante que los consumidores deben considerar.
Este tipo de foso se crea cuando un competidor tiene un producto o servicio que se puede sustituir fácilmente y que puede reducir los costos de manera constante a lo largo del tiempo.
Las ventajas de costos pueden incluir recursos únicos, mejores ubicaciones o procesos más económicos.
Por supuesto, debemos tener mucho cuidado con las ventajas de costes relacionadas con el proceso porque siempre se puede replicar. .
#8. LA VENTAJA DEL TAMAÑO
Muchas veces pensamos en el tamaño de una empresa como un signo de una clara ventaja sobre otras empresas.
Pero al final, el tamaño absoluto de una empresa importará más que su tamaño en relación con sus competidores.
Por otro lado, las economías de escala pueden conducir a ventajas competitivas sostenibles a largo plazo.
#9. FOSOS QUE SE EROSIONAN
Muchas ventajas competitivas se derivan de las nuevas tecnologías, pero cuando la tecnología cambia repentinamente, algunas empresas pueden sufrir mayores consecuencias.
Obviamente, esto ocurre mucho más en las empresas tecnológicas que en las empresas dedicadas a la venta de tecnología.
Por otro lado, hay momentos en los que puede ser mejor para una empresa usar sus ganancias para recompensar a los accionistas a través de dividendos que invertirlos en líneas de negocio dudosamente rentables como le sucedió a Microsoft hace años.
#10. ENCONTRAR FOSOS
Los fosos económicos son más fáciles de encontrar en algunos sectores que en otros.
Tienes libertad para escoger las empresas que más te gusten.
#11. EL GRAN JEFE
Según Pat Dorsey, el equipo directivo, los directores, el CEO o quien esté a cargo de una empresa no es tan importante como parece.
Lo que es más importante son las características estructurales de la empresa que le permiten cosechar los beneficios.
Por lo tanto, una empresa dirigida por un CEO promedio con un buen foso está mucho mejor que una empresa dirigida por una superestrella sin foso para invertir con éxito.
#12. DONDE LA RUEDA PISA EL ASFALTO
En términos generales, para juzgar si una empresa tiene un foso económico, primero debemos observar la trayectoria histórica del retorno del capital.
Por lo general, las empresas con un foso tendrán mayores rendimientos que aquellas sin una ventaja competitiva.
Luego, debe saber cómo la empresa logra altos rendimientos sostenibles en el tiempo.
Si tenemos problemas para identificar qué está causando que la empresa mantenga sus altos rendimientos, es probable que no tenga foso.
Llegados a este punto, no debemos olvidar que algunos fosos duran muchos años (décadas), mientras que otros son mucho más cortos.
#13. ¿CUÁNTO VALE UN FOSO?
Por muy buena que sea una empresa, si pagamos demasiado por sus acciones, no obtendremos los mejores resultados.
Lo que más importa para obtener un buen rendimiento es el precio que pagamos por las acciones.
Por tanto, los cuatro factores más importantes a tener en cuenta a la hora de valorar una empresa son:
1. Crecimiento: Determinado por la cantidad de efectivo generado en el futuro.
2. Riesgo
3. Rentabilidad del capital
4. Foso económico
Si compramos acciones a valoraciones suficientemente bajas, podemos olvidarnos de la volatilidad del mercado porque la rentabilidad futura estará ligada a la rentabilidad de la empresa.
#14. HERRAMIENTAS PARA LA VALORACIÓN DE FOSOS
En este capítulo se revisan los diferentes múltiplos utilizados para valorar empresas:
1. Ratios Precio/Ventas. Si es bajo, es probable que sea una acción barata.
2. Ratios precio/valor: más útil para empresas de servicios financieros.
3. Ratios P/E: En este caso, es mejor estimar el valor de E (ingresos) tu mismo.
4. Ratios precio/flujo de caja.
#15. CUÁNDO VENDER
Según Pat Dorsey, las opciones para vender suelen ser:
1. Cuando el análisis sea incorrecto y no se establezca el motivo original de la compra.
2. Cuando los fundamentos de una empresa se deterioren permanentemente.
3. Cuando una acción está sobrevaluada.
4. Cuando se quiere vender una acción infravalorada por otra muy barata.
5. Cuando las acciones representa una parte muy significativa de la cartera.