Hoy vamos a analizar el libro “El Monje que vendió su Ferrari”. En el cual nos relata sobre un método de 5 pasos para hacer realidad el propósito de tu vida.
Paso 01: Forma una imagen clara mental del resultado.
El autor nos da un ejemplo: Si se trata de perder peso, debes de visualizar cada mañana, recién levantado, como una persona delgada, en forma, llena de vitalidad y energía. Cuanto más clara fuese la imagen mental, más efectivo sería el proceso.
La mente es una verdadera mina de poder y que este simple imaginar el objetivo abriría las puertas para la consecución de ese deseo.
Paso 02: Aplica presiones positivas.
La razón principal de que la gente no persevere en las cosas que se propone es que es muy fácil caer en los viejos hábitos. La presión no es siempre algo malo. Puede inspirarte para alcanzar grandes cosas. La gente suele conseguir cosas importantes cuando está entre la espada y la pared y se la obliga a echar mano del potencial que lleva en su interior.
El autor nos recomienda para crear esa presión positiva, que usemos el compromiso público. Di a todo el mundo que sabes que vas a perder esos kilos de más o escribir ese libro o cualquier otro objetivo que te hayas marcado. Una vez hagas pública tu meta, verás que la presión te estimula a trabajar en la dirección fijada, pues a nadie le gusta parecer un fracasado
Paso 03: Nunca te marques un objetivo sin fijar un plazo y anotarlo.
Para darle vida a un objetivo debes señalar un tiempo en el cual vas a cumplirlo.
Anotar
Cómprate un cuaderno y anota en él todos tus deseos, objetivos y sueños. Es una forma de conocerte a ti mismo.
Según los chinos, tres son los espejos que forman la imagen de una persona: el primero es como se ve uno mismo, el segundo como te ven los otros, y el tercero refleja la verdad. Conócete a ti mismo, John. Conoce la verdad.
Divide el cuaderno en secciones independientes según las distintas áreas de tu vida. Por ejemplo, podrías tener secciones para anotar objetivos en materia de puesta a punto, objetivos financieros, objetivos sociales y de relación y, tal vez lo más importante, objetivos espirituales.
Incluye en el cuaderno imágenes de las cosas que deseas e imágenes de personas que hayan cultivado los talentos y habilidades que tú esperas emular. Por ejemplo de un atleta en el caso de que si tu meta es bajar de peso.
Paso 04: La regla mágica del 21.
Se cree que para que un comportamiento nuevo cristalice en hábito, hay que realizar esa nueva actividad durante 21 días seguidos.
Según el autor, el mal hábito, una vez adquirido, es imposible de borrar, pero que puede ser sustituido.
La única manera de asentar un nuevo hábito es emplear tal energía en ello que el viejo hábito se retire por sí mismo como si fuera un huésped indeseable. Este proceso se completa generalmente en veintiún días, el tiempo necesario para crear un nuevo camino neuronal.
Paso 05: Disfruta del proceso.
Ríete en el camino porque un día sin risa o un día sin amor es un día sin vida.