Las siete frases que dice el padre rico que nunca diría el padre pobre
Según Robert Kiyosaki, él tuvo un padre rico y un padre pobre. En el libro, él describe que tuvo un padre pobre que era un intelectual universitario, que para él, lo más importante era estudiar arduamente, obtener títulos y tener un empleo al cual dedicarse para que a él y a su familia no les faltase nada, su padre pobre creía que el dinero era un bien material muy sucio y vulgar, él simplemente quería tener una vida tranquila y sin problemas.
Por otra parte, su padre rico no concluyó su educación profesional, simplemente pensaba que, con la práctica en los distintos temas, mayormente en los temas económicos, podía formarse. Para su padre rico, el dinero era algo que todos los seres humanos debían tener puesto que era algo natural en las personas generar el mismo, era muy inquieto y buscaba soluciones rápidas.
Con el objetivo de demostrar que la actitud y la forma de expresarnos nos hace más diferentes que la cantidad de dinero que tenemos en nuestra cuenta bancaria, el hombre de negocios ha recogido algunas de las frases que el padre de su mejor amigo jamás pronunció y el ‘padre pobre’ decía a menudo.
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Toma nota de lo que diría el ‘padre rico’ y aprende de los grandes triunfadores.
#1. Padre pobre: “No me lo puedo permitir”
Padre rico: “¿Cómo lo puedo pagar?”
La primera frase es una declaración y la otra una pregunta. Uno zanja el asunto y el otro deja entrever que tiene diferentes alternativas para poder hacer frente a lo que le proponen.
Como explica Kiyosaki, al contestar automáticamente la frase ‘no me lo puedo permitir’, nuestro cerebro deja de funcionar, mientras que al hacer la pregunta ‘¿cómo lo puedo pagar?’ nuestra mente empieza a trabajar buscando el modo adecuado. “Esto no significa que puedas comprarlo todo. Simplemente marca un punto en el que ejercitamos o no nuestra mente. Cuanto más fuerte sea tu cerebro y más lo utilices, más dinero harás”, asegura el experto en finanzas.
#2. Padre pobre: “Trabajo por el dinero”
Padre rico: “Mi dinero trabaja para mí”
La clásica dicotomía entre ‘vivir para trabajar’ o ‘trabajar para vivir’. En general, las personas reciben un salario en función de las horas que trabajan, pero los ricos suelen ser dueños de sus propios negocios, trabajan a comisión o pueden elegir ser accionistas o tener participaciones sobre las ganancias de una determinada empresa.
“Pues muy bien para ellos”, pensarás. Pero el hecho es que mantener una postura en la que no dependemos económicamente de nadie puede abrirnos poco a poco las puertas para que realmente sea así. “Si aseguras que trabajas por dinero, le estás dando el poder a tu empleador. Si el dinero trabaja para ti, mantienes el poder y el control del mismo”, relata Kiyosaki.
#3. Padre pobre: “Con el dinero hay que ir a lo seguro”
Padre rico: “Hay que aprender a gestionar el riesgo”
Los ricos juegan para ganar y triunfar, lo que exige asumir riesgos y ser capaces de mantenerse cómodos ante la incertidumbre. Claro que esto lo hacen con una sonrisa en la cara porque por mucho que puedan perder no se van a quedar a cero… Pero, ¿y si ganas? Esa es la actitud que tienen los millonarios y que les hace apostar una y otra vez por negocios que pueden o no funcionar.
Incluso cuando el ‘padre rico’ estuvo en la ruina tras un importante revés financiero, siguió refiriéndose a sí mismo como un hombre rico
“Para acumular una riqueza, es tan importante saber asumir riesgos como ser inteligente en la toma de los mismos”, explica el autor, quien recuerda que el ‘padre rico’ a menudo hablaba de la importancia de saber gestionar las inseguridades: “El riesgo a ciegas no te llevará a ninguna parte, pero el riesgo inteligente –para el que la educación y la experiencia juegan un papel clave– es la clave para lograr una buena recompensa”, recuerda haberle escuchado.
#4. Padre pobre: “Mi casa es un activo”
Padre rico: “Mi casa es un pasivo”
Aunque en muchos países de latinoamerica cuesta meternos esta frase económica en la cabeza, ser propietario de una vivienda cuesta dinero, y no es un activo estable porque no siempre es seguro que vaya a subir su valor con el paso del tiempo. “No estoy diciendo que no haya que comprar una casa, pero hay que entender que para conseguir una casa más grande o mejorar en la que vivimos, activos en el futuro, tendremos que hacer frente a un pasivo”, explica Kiyosaki.
“Es cierto que si te quedas sin trabajo de pronto, tener un activo te puede ayudar a conseguir dinero mientras que un pasivo te lo irá restando, pero es importante entender la diferencia entre uno y otro”, insiste.
#5. Padre pobre: “Estudia para trabajar en una buena empresa”
Padre rico: “Estudia para comprar una buena compañía”
Las personas más ricas no tienen miedo de pensar a lo grande. Se fijan unas expectativas altas y esperan hacer un montón de dinero, y tienen claro que lo conseguirán. “Por su parte, las masas creen que tienen que luchar por mejorar y asumen que deben conformarse con menos de lo que valen”, opina el autor, quien anima a las personas a tenérselo, por decirlo de alguna manera, más creído, presuponiendo que si somos capaces de vender la imagen de seguridad en nosotros mismos alcanzaremos puestos más altos.
En resumen, que te convenzas: tú sí que vales y plantéate metas más altas.
#6. Padre pobre: “Nunca seré rico”
Padre rico: “Soy un hombre rico”
Algo similar a cuando nos encontramos con personas físicamente poco atractivas que tienen tanta confianza en sí mismas que acaban pareciendo las más bellas del lugar allá dónde van, aunque por motivos circunstanciales tengan, llevándolo al extremo, la cara desfigurada.
“Incluso cuando el ‘padre rico’ estuvo en la ruina tras un importante revés financiero, siguió refiriéndose a sí mismo como un hombre rico”, relata Kiyosaki, y recuerda como, ante la adversidad, el padre de su mejor amigo insistía en transmitirles la idea de que “hay una diferencia entre ser pobre y estar en la ruina: la quiebra es temporal, la pobreza eterna”.
#7. Padre pobre: “No me interesa el dinero”
Padre rico: “El dinero es poder”
Desde pequeños, a la mayoría de las personas nos enseñan que lo importante en la vida es tener una buena educación, encontrar un trabajo y estar agradecidos por lo que tenemos. “En resumen: a casi todos nosotros nos han enseñado a conformarnos”, sentencia el empresario estadounidense, quien asegura que las personas ricas “piensan en el dinero de manera lógica y lo ven como lo que es: una poderosa herramienta que puede presentar opciones y oportunidades”.
No lo necesitan para vivir, sino para ser más poderosos, y lo tienen claro: ¿por qué conformarse con 10 si pueden aspirar a 100?
Te invito a ver el resumen animado de 7 frases que dice el Padre Rico que nunca diría el Padre Pobre de Robert kiyosaki