Estas ideas están basadas en el libro Padre Rico, Padre Pobre de Robert Kiyosaki.
Veamos las 9 enseñanzas.
#1. Todos necesitamos educación financiera
Los conocimientos financieros son muy escasos. La gran mayoría de los estudiantes saldrán de la escuela con cero conocimientos financieros. Habrán desarrollado conocimientos que les ayudarán a ejercer una profesión concreta, pero no sabrán cómo guardar el dinero que ganen. Habrán aprendido a ganar algo de dinero, pero no tendrán ni idea de cómo gastarlo. Ganar dinero sólo amplía el patrón de flujo de caja en su cabeza. Los conocimientos financieros te ayudan a controlar este patrón de flujo de caja.
#2. La diferencia entre los ricos y los pobres
Kiyosaki enfatiza en el libro la principal diferencia entre los ricos y los pobres. Tanto los pobres como la clase media trabajan por su dinero. Los ricos hacen que su dinero trabaje para ellos.
Los que no son ricos siempre buscarán los métodos convencionales para ganar dinero. Estudiarán mucho, sacarán buenas notas y luego conseguirán un trabajo seguro con beneficios seguros. La razón por la que la mayoría de la gente elige este camino es que tienen miedo de quedarse sin dinero. Este deseo de obtener un cheque de pago es entonces rápidamente reemplazado por el deseo de gastar lo que han trabajado. Incluso cuando estas personas obtienen una bonificación o un aumento de sueldo en el trabajo, responderán gastando más dinero. Estas personas consideran que la alegría proviene del dinero, pero esta alegría es efímera. Así que siguen trabajando para satisfacer sus deseos y aplastar sus miedos. Kiyosaky recomienda dar un paso atrás y olvidarse de los cheques de pago. Empieza a pensar en la innovación. La mayoría de la gente está atrapada en la carrera de la rata y pierde oportunidades claras. Si estás dispuesto a dar un paso atrás, puedes aprovechar las oportunidades y ganar mucho más dinero. Robert explica que invertir tu tiempo en crear activos que generen dinero es mucho más seguro.
#3 . Cámbiate a ti mismo
Kiyosaky destaca que es vital que aprendamos que es más fácil cambiarnos a nosotros mismos que a los que nos rodean. Así que, en lugar de culpar a otras personas por no ser ricos, tienes que aceptar que tú eres el problema. Si te das cuenta de que tú eres el problema, puedes cambiarte a ti mismo, aprender algo y hacerte más sabio.
El aprendizaje requerirá una combinación de energía, pasión y deseo. Dicho esto, también tendrás que aprovechar la ira de forma positiva. Kiyosaky describe la ira como algo extremadamente importante, ya que la pasión no es más que una combinación de amor e ira. Debemos dirigirnos por la pasión y no por el miedo.
#4 . Utilice la contabilidad para mantener su dinero
La mayoría de la gente cree que ganar dinero es la forma más eficaz de hacerse rico. Aunque hay que ganar dinero, es más importante saber conservar el dinero. La riqueza no es el valor neto. La riqueza es el número de días que podrías sobrevivir si dejaras de trabajar hoy.
La contabilidad no es la asignatura más estimulante. Sin embargo, Kiyosaky cree que es la asignatura más importante si quieres ser rico. La primera y más importante lección es que debes entender la diferencia entre un activo y un pasivo. Los activos son las cosas que quieres comprar. Los ricos son los que adquieren activos, mientras que los pobres son los que adquieren pasivos. Un activo es algo que pone dinero en tu bolsillo. Un pasivo es algo que te quita dinero del bolsillo. Mucha gente considera que comprar una casa es comprar un activo. Pero hay muchos pasivos asociados a una casa: los pagos de la hipoteca, el seguro, los impuestos sobre la propiedad y cantidades sustanciales de dinero atrapadas en una casa. Por lo tanto, deberíamos ver una casa como un pasivo. Identifique los activos que pueden comprarse para cubrir los pasivos asociados a una casa.
#5. Cómo los impuestos han beneficiado a los ricos
Hoy en día, los ricos están jugando un juego más inteligente. Están evitando legalmente los impuestos, mientras que la clase media está pagando la mayor parte del gasto del gobierno. Históricamente, los impuestos fueron votados por los pobres y la clase media para gravar sólo a los ricos. En lugar de castigar a los ricos, los impuestos están castigando a los pobres y a la clase media. Una vez que el gobierno le cogió el gusto al dinero, su apetito creció. El problema es que el apetito del gobierno por el dinero era tan grande que pronto hubo que cobrar impuestos a la clase media. A partir de ahí, se fue descendiendo.
Los ricos han sido más astutos que los intelectuales. Han aprendido a evitar los impuestos legalmente. Esto sólo es posible porque los ricos tienen educación financiera. Las finanzas no se enseñan en las escuelas, así que el intelectual medio no entiende cómo los ricos evaden impuestos. En lugar de dejar que el gobierno les castigue, los ricos reaccionan a las leyes fiscales que se establecen.
He aquí los cuatro fundamentos de la educación financiera que proporciona Robert:
- Contabilidad – La capacidad de leer y comprender los estados financieros.
- Invertir – La ciencia de hacer dinero; creatividad combinada con estrategia y fórmulas.
- Entender los mercados – La ciencia de la oferta y la demanda; inversiones técnicas (basadas en la emoción) y fundamentales (sentido económico).
- Derecho – Entender los impuestos y evitar las demandas.
#6. No confundas tu profesión con tu negocio
La mayoría de la gente trabaja para todos menos para ellos mismos. Trabajan primero para los propietarios de la empresa, luego para el gobierno a través de los impuestos y, por último, para el banco propietario de su hipoteca.
Los pobres y la clase media dedican la mayor parte de su tiempo y energía a trabajar para otras personas. El estadounidense medio trabaja cinco o seis meses al año sólo para cubrir los impuestos que paga al gobierno.
No confunda su profesión con su negocio, es decir, su columna de activos. El camino tradicional de la escuela y el trabajo suele ser algo necesario. El problema es que uno suele convertirse en lo que estudia. Céntrate en tu columna de activos y no en la columna de activos asociada a tu materia. Puedes mantener tu trabajo diario y poner tu dinero en activos. Los activos que puedes utilizar mientras trabajas son las acciones, los bonos, los fondos de inversión, las propiedades en alquiler, los pagarés y los derechos de propiedad intelectual. Una vez que un dólar está en tu columna de activos, nunca lo saques. Cuando quieras comprar un pasivo, compra primero un activo que genere suficiente efectivo para cubrirlo.
#7. Tu mente es tu activo más valioso
Hace trescientos años, la tierra era la forma de definir la riqueza. Durante la Revolución Industrial, los industriales poseían la riqueza. Hoy, la riqueza es la información.
Los pobres suelen quejarse de que no tienen suficiente dinero para aprovechar las ofertas que ven. Sólo ven viable trabajar duro, ahorrar y pedir préstamos. Los ricos saben que su mente es su activo más valioso.
La mayoría de la gente compra inversiones empaquetadas a empresas inmobiliarias, corredores de bolsa, etc. Los ricos crean inversiones montando ellos mismos un negocio. Para ello, hay que desarrollar tres habilidades:
- Cómo encontrar una oportunidad que todo el mundo ha perdido
- Cómo recaudar dinero
- Cómo organizar a las personas inteligentes
Tendrá que asumir riesgos. Supongamos que estás informado y entiendes una inversión. En ese caso, no es tan arriesgado como lo sería para alguien que se limita a tirar los dados y rezar.
#8. Convertirse en un generalista en lugar de un especialista
El autor insta a los jóvenes a «buscar trabajo por lo que van a aprender, más que por lo que van a ganar». Apunta a aprender un poco sobre mucho en lugar de buscar una especialización. La especialización es para el empleo, no para ser rico. Acepte los trabajos que le proporcionen habilidades vitales para gestionar el flujo de caja, los sistemas y las personas. El autor recomienda que busques trabajos que desarrollen tus habilidades de comunicación, ventas y marketing. Estas habilidades complementan perfectamente otras y son necesarias para crear riqueza.
#9. Desarrolla tu columna de activos
Kiyosaky enumera las cinco razones por las que incluso las personas con conocimientos financieros pueden no desarrollar sus columnas de activos:
- Miedo – En concreto, el miedo a perder dinero. La gente que gana dinero no tiene miedo a perderlo. Los ricos no construyen su riqueza de forma constante a través de no perder nunca dinero. Aprenden a limitar sus pérdidas y a convertirlas en oportunidades.
- Cinismo – El cinismo proviene de la duda y el miedo incontrolados, y es caro. Un cínico siempre tendrá una excusa para explicar por qué algo es imposible. Critican en lugar de analizar. Por ejemplo, la gente que no quiere invertir en bienes raíces dirá: «No quiero arreglar baños». El padre rico compraría una propiedad a un precio que le permitiera contratar a un administrador de la propiedad y mantener un flujo de caja positivo.
- Pereza – Normalmente, las personas más perezosas son las que están ocupadas. La gente se mantiene ocupada para evitar los problemas que no quiere afrontar o para evitar el trabajo necesario para desarrollar la capacidad de hacerse rico. Las personas ricas tienen un deseo que supera su pereza.
- Malos hábitos – Nuestra vida es más un reflejo de nuestros hábitos que de nuestra educación. Como regla primordial, el autor insiste en que «primero te pagues a ti mismo». Cuida primero de ti mismo -física, mental y financieramente- en lugar de pagar primero a tu jefe, al recaudador de impuestos o al casero.
- Arrogancia – El autor define la arrogancia como el ego más la ignorancia. La solución es sencilla: educación financiera.
Te invito a ver el resumen animado de 9 enseñanzas Lo que los ricos enseñan a sus hijos sobre el dinero que los pobres y la clase media no hacen