#1. No le puedes vender a todo el mundo.
Hasta hace poco, el marketing era marketing masivo. Toma la televisión, por ejemplo: con solo un anuncio, puede llegar a miles de personas de una sola vez. Y, claro, lo normal es que alguien te compre, ¿no?
Sin embargo, los productos que sirven para todos ya están inventados. También estamos saturados de información.
Tenemos muchas opciones, pero no tenemos tiempo para compararlas, por lo que hay muchos razones por las que la gente no te comprará:
– No tienen dinero para pagarte
– No tienen tiempo para escuchar lo que les ofreces
– No les interesa tu propuesta
Recuerda: el número de personas que compran nuestros productos es limitado. Así que concéntrate en un segmento de mercado específico y busca la innovación.
#2. Crea algo que valga la pena contar
Cuando ves un comercial de televisión, eres un agente pasivo. Te tiras en el sofá y ves pasar los anuncios, que suele ser el precio que tienes que pagar para seguir viendo tus programas favoritos.
Sin embargo, el marketing online salta este obstáculo y el cliente es el sujeto activo. Si logras llegar y movilizar a tu público, ellos serán tu mejor publicidad.
Esto es lo que Seth Godin llama una idea virus: una idea que se propaga rápidamente y tiene éxito a corto plazo. Los virus creativos son nuevos, divertidos, impactantes y fáciles de entender.
Quizá te resulte más fácil asociarlo con esos vídeos o anuncios que se viralizaron día a día. ¿Por qué? Porque la gente llama su atención y los comparte.
Las empresas que entienden la personalidad de sus clientes tienen éxito. No esos que se ponen en un pedestal y dicen: Ahora me compras esto porque yo lo digo. Los que escuchan y valoran las voces públicas, animándolos a interactuar y compartir sus experiencias: ellos sí tienen futuro.
#3. Lo contrario de excelente es “bien”
No, no te confundas. Lo contrario de bueno no es pésimo (con permiso de la RAE). Porque cuando nos pasa algo terrible, lo recordamos, realmente, ¡si lo recordamos! En cambio, cuando nuestro día es malo, “bueno”, normal, entra en nuestra rutina. Nada destaca y queda fijo en nuestra mente.
Que las cosas funcionen es algo que todos damos por hecho. Si compramos un televisor normal, no hablamos mucho de eso. Es un televisor, ¿puedes ver lo que está pasando allí? Pero si se corta y explota, estaríamos publicándolo en redes sociales en poco tiempo. Lo mismo si hay algo inusual en él: se ve muy nítido, suena increíble, la conectividad es excelente… algunas de esas características lo compartimos.
Obviamente, no deseas que tus clientes tengan una mala experiencia de compra. Entonces, ¿por qué no centrarse en crear algo realmente extraordinario? Esta es la única manera de sobresalir.
#4. El secreto es atreverse
Bueno, si todo lo que tienes que hacer es leer el libro de Seth Godin y seguir sus consejos, ¿por qué no hay más vacas púrpuras?
Porque nos asusta, porque nos da miedo. Tienes que entender: arriesgarse es adentrarse en territorio inexplorado, lo cual es arriesgarse a ser ridiculizado, y muchas veces falla.
Si me conoces a mí y a mi equipo, sabes que no nos asusta, si tenemos que disfrazarnos de vaca y cantar para llamar la atención, ¡podemos hacerlo sin problema! Aunque sabemos que a algunas audiencias no les gustará. Tal vez esa no sea mi audiencia… ¡no le gustarás a todo el mundo!
Destacar no es fácil y ten en cuenta que muchas personas te criticarán. Más importante aún, si no te critican, significa que no estás haciendo las cosas de manera diferente.
Las personas que no crean vacas púrpuras generalmente lo hacen por miedo. También por inercia, como «siempre se ha hecho así», o simplemente por conformarse con no preguntar «¿Por qué no?».
Así que deberías preguntarte, ¿quién quiero ser? ¿Es ese el tipo de empresa que quiero liderar? ¿Por qué no crear algo extraordinario?
Puedes dejarme un comentario sobre este resumen del Libro La vaca Púrpura de Seth Godin.