Hoy aprenderemos Las cinco disciplinas del aprendizaje continuo basadas en el Libro La Quinta Disciplina de Peter M. Senge
#1. Desarrollar la Maestría Personal.
Esto incluye aprender a reconocer nuestras verdaderas habilidades y las de quienes nos rodean. Solo cuando entendemos verdaderamente quiénes somos, qué queremos y qué somos capaces de hacer, podemos tener la capacidad de identificarnos con la visión de la organización, encontrar soluciones creativas y asumir el compromiso de crecer junto con la organización. .
#2. Identificar y Desarrollar nuestros Modelos Mentales.
Nuestras formas inconscientes de pensar o modelos (paradigmas) a veces limitan cómo vemos el mundo y cómo nos comportamos. Para descubrirlos, debemos voltear el espejo hacia adentro y descubrir todos esos conceptos que nos dominan desde adentro.
Entender y gestionar nuestro modelo o paradigma nos permitirá promover formas de comunicación claras y efectivas dentro de la empresa que sean un apoyo y no un obstáculo para el crecimiento.
#3. Impulsar la Visión Compartida.
La clave para hacer realidad la visión de ser fuente de inspiración y productividad para la empresa es que todos los miembros de la organización aprendan a descubrir su propia capacidad de crear una visión personal que dé sentido a su vida y trabajo y que apoye la visión del líder. Todas las visiones personales alimentan la gran visión de la organización, y cada uno siente una íntima conexión dentro de ella que lo impulsa a hacer todo lo que esté a su alcance para hacerla realidad.
#4. Fomentar el Trabajo en Equipo.
El eje fundamental para crear y fortalecer equipos de trabajo es el diálogo, pensar juntos para mejores ideas. Existen innumerables relaciones inconscientes dentro del grupo que determinan la calidad de la conversación, por ejemplo: mecanismos de autodefensa, sentimientos de inferioridad o superioridad, el deseo de complacer a los superiores, etc. Todos estos mecanismos funcionan dentro de patrones que debemos aprender a reconocer y tratar de reconocer cuando los obstáculos están a punto de aparecer, para que la inteligencia del grupo prospere siempre.
#5. Generar el Pensamiento Sistémico.
Esta quinta disciplina nos ayuda a pensar en términos de sistemas, porque la realidad opera sobre la base de sistemas globales, esto requiere que entendamos cómo funciona el mundo que nos rodea.
Para reducir nuestro nivel de ansiedad ante la complejidad del mundo, se nos enseña desde pequeños a aislar los elementos que componen la realidad, asignando siempre una causa a cada efecto en una cadena más o menos compleja. Por ejemplo, si un niño tira una piedra y rompe el vidrio, ¿por qué se rompe el vidrio? Mucha gente diría que un niño tiró una piedra, y todos están de acuerdo con esta explicación. Este tipo de pensamiento se denomina «explicación lineal o pensamiento lineal«. Encontramos la causa en un extremo y el efecto en el extremo opuesto.
La esencia de la quinta disciplina implica cambiar la perspectiva de las situaciones que experimentamos para reconocer las interrelaciones en lugar de vincularlas a cadenas causales lineales. Es necesario observar los procesos de cambio resultante, no las imágenes instantáneas resultantes.
Para comprender mejor este concepto, repasemos brevemente los principales elementos de la teoría general de sistemas.
El pensamiento sistémico tiene algunos elementos clave, que incluyen:
– Los sistemas se dividen además en subsistemas (que existen dentro del sistema) y supersistemas (el universo en el que opera el sistema).
– El sistema define límites (límites del sistema) y está equipado con sensores para detectar el entorno.
– La equi- finalidad es el objetivo principal de cualquier tipo de sistema. Es decir, todos los elementos que la componen funcionan en base a la consecución de un mismo fin u objetivo.
– El sistema crea sinergia entre sus partes. Donde la suma de 2+2 > 4. O bien, la suma siempre es mayor que la suma de sus partes. Esta característica también se conoce como retroalimentación de refuerzo. La retroalimentación de refuerzo permite que el sistema en estudio acelere su crecimiento o declive (como en el caso de los pánicos financieros que ocurren en los mercados), dentro de ciertos límites se produce un efecto de «bola de nieve» y comienzan a producirse la retroalimentación de equilibrio, que tienden a mantener un cierto estado de cosas (para bien o para mal).
– Estos sistemas tienen un elemento regulador en sus procesos para mantener su equilibrio, llamado retroalimentación homeostática o de equilibrio.
– Cada sistema tiene su propio mecanismo de retraso o espera. Este elemento hace referencia a que siempre existe el paso del tiempo entre la causa y el efecto deseado. Si empezamos a entender este fenómeno, podemos hacerle frente, si no, nos puede causar grandes dificultades.
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