Bienvenidos al resumen del Libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva de Stephen Covey
Hoy quiero hablarte de un libro publicado en 1988 por Stephen R. Covey, un escritor norteamericano, en este libro encontraremos una visión holística e integrada, enfocada hacia cómo resolver problemas de tipo personal y profesional, basándose en unos principios sólidos y éticos que además el autor considera atemporales y universales.
Un libro plagado de útiles enseñanzas sobre temáticas como el liderazgo, el mentoring, la toma de decisiones o la gestión del tiempo, que ha vendido más de 25 millones de ejemplares en distintos países del mundo.
Veamos Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva de Stephen Covey.
Hábito # 1. Ser proactivo
El autor nos explica que en la vida podemos encontrarnos ante dos tipos de personas:
– Personas proactivas: aquellas que son capaces de dar respuesta a problemas o temas, incluso antes de que aparezcan.
– Personas reactivas: personas que adoptan posturas pasivas y esperan a que sea el “mundo” que los guíe y/o dé la solución. Son personas que, en vez de anticiparse, reaccionan ante la vida.
Una persona proactiva toma la iniciativa y reconoce su responsabilidad a la hora de hacer que las cosas sucedan. Actúa en lugar de dejar que los demás actúen por el.
Una buena forma de entender nuestro propio grado de proactividad consiste en tomar conciencia de cuáles son nuestras preocupaciones a todos los niveles, y actuar sobre aquellas sobre las que realmente podamos tener el control resolviéndolas con nuestra influencia. Es lo que el autor llama el “círculo de preocupación”.
Hábito # 2. Empieza con una finalidad en mente
Los seres humanos siempre vamos en busca de cumplir nuestros sueños. Sin embargo, si no tenemos una meta en mente hacemos las cosas por inercia, y así es muy difícil que lleguemos a algún lugar.
Es necesario entender que todas las cosas son creadas dos veces. Piense en la construcción de una casa antes de comenzar la construcción, se dibuja un plano (la primera creación). Posteriormente, construye la casa (la segunda creación). En los negocios ocurre igual: la primera vez, usted define lo que desea lograr, posteriormente diseña todas las partes del negocio para lograr el objetivo.
Este hábito refleja la importancia de tener un fin o meta en mente, que consiste en empezar con la imagen o el paradigma de vida como marco de referencia.
Teniendo en mente lo que para cada uno es lo más importante, ya que se puede estar muy atareado y ser muy efectivo, pero solo se conseguida cuando verdaderamente se tenga un destino claramente definido.
Hábito # 3. Prioriza: primero siempre va en primer lugar
Una que vez tenemos una finalidad u objetivo en mente es importante saber priorizar. ¿Cuál será tu siguiente paso?
Para ello el autor nos propone dividir todas nuestras tareas en 4 bloques:
- Actividades importantes urgentes: proyectos que rozan la fecha límite, crisis, actividades no planificadas. En definitiva, son acciones que debemos atender cuanto antes personalmente. Sin embargo, estas conducen al estrés y al agotamiento. La persona tiene una sensación constante de estar apagando fuegos.
- Actividades importantes y no urgentes: planificación, networking, ejercicio, estudio, crecimiento. Son acciones importantes que a largo plazo nos acercan a nuestras metas. Son cosas que debemos hacer pero que si no están planificadas no las hacemos; de aquí la importancia de ponerles fecha.
- Actividades no importantes y urgentes: interrupciones, emails. Estas actividades podemos delegarlas. Las personas que dedican gran parte de su tiempo a estas acciones se sienten fuera de control y, además, sienten que sus relaciones se han convertido en algo superficial.
- Actividades no importantes y no urgentes: emails irrelevantes, trivialidades, televisión, etc. Son acciones que debemos eliminar porque nos restan un tiempo valioso.
Es muy importante saber diferenciar entre lo urgente y lo importante.
¿Por qué te digo esto? Porque a menudo atendemos tareas que son urgentes, pero que no son importantes y esto hace que no consigamos avanzar hacia nuestro objetivo.
Hábito # 4. Piensa en ganar ganar
Este hábito trata de ir en busca de un beneficio mutuo.
En este hábito, debemos entrenar la empatía, el saber ponernos en el lugar del otro, así como tener una mentalidad de beneficios a largo plazo.
Covey explica que al negociar siempre hay tener mentalidad de ganar- ganar, es decir, llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes de forma igualitaria.
Conviene considerar los siguientes puntos:
- Tener tus valores claros para saber en qué situaciones consideras que estás ganando.
- Llegar a acuerdos ganar-ganar, prestando atención a lo que la otra parte quiere y necesita, para poder crear relaciones sólidas con la otra parte
- Tener bien trazado el acuerdo: qué hará cada parte, qué ganará y cuáles son los resultados al lograrlo, esto evitará confusiones y malentendidos.
- Tener una forma de medir los resultados.
Un claro ejemplo de ello lo encontramos en las inversiones inmobiliarias. Para que una operación rentable salga adelante, debe beneficiar tanto al comprador como al vendedor.
Si apretamos mucho la tuerca, queriendo ganar sin tener en cuenta las necesidades del vendedor, al final el vendedor se negará a vendernos y no podremos sacar ningún partido económico. Ambas partes saldrán perdiendo. Así pues, la clave radica en encontrar ese punto intermedio que permite ganar a ambas partes.
Hábito # 5. Busca entender y después ser entendido
Este hábito nos habla de la comunicación efectiva, de la aptitud para la comunicación que es la más importante de la vida, ya que es lo que utilizamos la mayor parte de nuestro tiempo.
Existe la necesidad de desarrollar la escucha empática, procurando primero comprender, algo difícil cuando lo típico es que nos comprendan primero.
No podemos ofrecer soluciones o proponer acciones si antes no hemos comprendido la profundidad de la situación.
Hábito # 6. Genera sinergias
Este hábito nos invita a buscar objetivos similares o que tienes en común con los demás. Invita al trabajo en equipo a la unión de opiniones y a las actividades complementarias. Cuando varias personas unen sus ideas, conocimientos y habilidades para lograr un fin logran mucho mejores resultados que cuando trabajan por separado y cada una puede aportar en el terreno en el que es experta, con la consiguiente eficiencia y sensación de valía.
La idea que lo describe es: “El todo es mayor que la suma de las partes”. No sólo se consigue el doble de resultados por ser dos, sino que con la combinación de ambas personas, se puede llegar mucho más lejos.
Hábito # 7. Afila el hacha
Cuando un leñador quiere cortar un árbol, si el hacha no está afilada no podrá cortarlo.
¿Qué significa esto?
Normalmente estamos tan enfocados en lo que hacemos que nos olvidamos de algo totalmente importante y necesario.
Debemos dedicar tiempo a recargar energía para poder seguir avanzando.
En este caso, la energía sería el hacha del leñador.
Por eso el autor nos habla de los 4 aspectos que debemos cuidar:
- Físico: hacer ejercicio, alimentarse de forma saludable, dormir las horas necesarias para recuperarse.
- Espiritual: meditar, autoconocerse, leer, escuchar música, etc.
- Mente: estar constantemente formándonos para seguir aprendiendo, explorar nuevas ideas y enseñar a los demás.
- Corazón: dedicar tiempo a las amistades, la familia, la pareja y nutrir nuestras relaciones, siempre desarrollando una conexión emocional.
Mantener el hacha afilada será la base para poner en práctica el resto de hábitos de los que hemos hablado y la base para conseguir mejores resultados.
De nada sirve tener mucho dinero si no cuidas los demás aspectos de tu vida. Solo con un verdadero equilibrio lograrás la felicidad.
Te invito a ver el resumen animado de Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva de Stephen Covey