Los Cuatro Pilares de la Inversión probablemente sea uno de los clásicos modernos en cuanto a la construcción de una cartera de inversión racional por parte del inversor minorista. Bernstein hace un repaso por la historia económica moderna para dar al lector la perspectiva necesaria a la hora, no de elegir acciones puntuales, sino de construir una cartera de activos con sentido común en función a sus “Cuatro Pilares” de la inversión.
“Cuanto uno más aprende de finanzas, menos sabe”
Esa es una de las frases con las cuales Bernstein comienza el libro. Con lo cual ya te puedes dar una idea del tipo de conceptos con los que te vas a encontrar.
Si un broker te llama para recomendarte una acción por que cree que va a subir, básicamente lo que te está diciendo es que “no está impresionado con tu nivel de inteligencia”.
Si un broker estuviese seguro realmente de que una acción va a subir de precio, no estaría llamándote por teléfono para recomendarte que la compres y tampoco se lo diría ni a su propia madre. Estaría endeudándose todo lo que pueda para comprar esa acción y después irse a descansar a la playa.
Pilar 1. La teoría de la inversión
Bernstein sostiene que la idea más esencial que tiene que tener en cuenta un inversor es la relación que existe entre la rentabilidad y el riesgo.
Porque es el riesgo el que dictamina el rendimiento de una inversión.
– A mayor riesgo mayor rentabilidad.
– A menor riesgo menor rentabilidad.
Una de las frases que podemos destacar de Bernstein sobre esto es la siguiente:
Para obtener buenos retornos es necesario asumir un riesgo mayor.
Sin embargo, esto no significa que debamos ser temerarios. El autor nos cuenta que ese riesgo se puede diluir mediante dos acciones concretas.
– Invirtiendo a largo plazo: al invertir en un horizonte temporal de largo plazo el riesgo percibido se va mitigando debido a este factor tiempo. El tiempo es un factor que juega a nuestro favor y lo tenemos que tener muy en cuenta.
– Diversificando: hay que diversificar entre diferentes tipos de activos para que disminuyamos aún más el riesgo que vamos a tener que asumir para ganar buenas rentabilidades.
Además, aparte de la relación entre la rentabilidad y el riesgo, el autor también nos explica qué dos objetivos tenemos que perseguir a la hora de invertir y crear nuestra cartera de inversión.
- Superar la inflación: para que nuestra capacidad adquisitiva no se vea afectada por este hecho económico, un fenómeno que está presente actualmente.
- Obtener rentabilidades similares a las del mercado: nuestro objetivo no es batir el mercado, ya que hacerlo es algo prácticamente imposible (solo unos pocos lo han logrado). Así que nos tenemos que enfocar en obtener rentabilidades similares a las del mercado para que el trabajo de investigar e invertir merezca la pena.
En base a su análisis y sus conclusiones, Bernstein concluye que la mejor estrategia que podemos utilizar a la hora de invertir es la de gestión pasiva, mediante ETFs y fondos indexados. Es decir, invertir en activos referenciados a un índice.
Pilar 2. La historia de la inversión
En el segundo pilar el autor nos incita a conocer la historia de las inversiones, haciendo un análisis de las locuras y colapsos económicos que debemos conocer. Así nos dará un conocimiento de la psicología de las personas de las naciones,y nos demostrará que no existe nada nuevo en este mundo
Cuanto más cambian las cosas, más siguen igual»
Bernstein nos muestra que en épocas de bonanza, es importante recordar que las cosas pueden ponerse feas casi de la noche a la mañana, o que en tiempos de pesimismo del mercado las cosas suelen acabar mejorando casi siempre.
Para el autor resulta presuntuoso creer que el ciclo auge/declive ha sido abolido, pues el mercado no es capaz de eliminar su comportamiento extremo. En épocas de desatado optimismo, la rentabilidad futura desciende mucho, por contra, en épocas en que las cosas van peor ,la rentabilidad futura aumenta mucho. ¿Por qué? Muy fácil, la rentabilidad y el riesgo son dos caras de la misma moneda.
Pilar 3. La psicología de la inversión
Buffett siempre dice que para tener unos rendimientos aceptables en la inversión es mucho más importante el componente psicológico que los conocimientos puros, y de hecho es uno de los motivos por los que gente que es muy exitosa en otros ámbitos, fracasa en las inversiones.
Berstein ahonda en ello y sitúa al propio inversor como su peor enemigo , en particular cuando un inversor trata de escoger las mejores acciones o los mejores fondos, y sobretodo, cuando uno se cree muy listo y tiene una falta de humildad, que siempre se paga cara.
Tenemos que luchar ante 2 problemas que van asociados a nuestra propia condición humana:
– Nuestro componente social, ya que si copiamos a nuestros vecinos/amigos, seguramente sea un atajo para que nos vaya mal en la inversión
– La mente nos juega pasadas creando patrones donde no los hay. Ahí el análisis técnico es un claro exponente de ello (y la reversión a la media, sobretodo en acciones individuales)
Pilar 4: Negocio de la inversión
En este capítulo, Bernstein nos habla de por qué no debemos confiar en los negocios de la inversión: asesores, financieros, fondos, la prensa especializada…
La razón es muy lógica, es porque existen conflictos de intereses.
Por un lado, el inversor busca obtener mayores retornos de su cartera de inversión mientras que, por otro lado, los negocios buscan simplemente ganar dinero mediante el cobro de las comisiones de sus clientes (el objetivo de buscar un buen retorno está en segundo plano).
Es por eso que Bernstein aboga por la idea de que cada inversor se cree su propia cartera. Nadie velará por nuestros propios intereses mejor que uno mismo.
Te invito a ver el resumen animado de Los Cuatro Pilares de la Inversión por William berstin